De las pocas noticias que han conseguido destacar, en esta ocasión tristemente, a pesar del “Coronavirus”, ha sido la de que un grande, Michael Robinson, nos ha dejado para siempre. Alguien a quien todo el mundo quería y admiraba, incluso muchos, como yo, a los que el futbol no les gusta. Este artículo publicado en “El Mundo” por “Raúl Román”, además de estar escrito maravillosamente bien, define claramente y de forma magistral las características que tiene un líder, de los de verdad.
Recuerdo que estábamos en la última edición de “Business Talks”, organizadas por Page Group en el Instituto de Empresa y, en la que Juan Antonio Romera era el “maestro de ceremonias”, y presentó al CEO de ING. Contó muchas cosas, pero lo más increíble es que en su charla de negocios, de pronto soltó un comentario de los que salen desde dentro, y dijo que “Michael Robinson es exactamente igual en la vida real a como se le ve en la tele… ¡Encantador!”… Acababa de salir la noticia de su enfermedad.
Las características que debe tener un líder, y a las que constantemente se hace alusión en el artículo, son:
- Integridad: Tener fuertes convicciones y valores éticos, que son los que guían nuestra conducta.
- Valentía: No sólo para atreverse a probar cosas nuevas, sino también para escuchar a su equipo y para reconocer errores.
- Confianza en uno mismo y en el equipo: La confianza que da el tenerse asumido, y saber qué cualidades y limitaciones tenemos, a nivel personal y de cada uno de los miembros del equipo.
- Foco: La capacidad de permanecer enfocados, transmitiendo entusiasmo, pasión y perseverancia.
- Visión: Saber cuál es el rumbo que debe llevar la empresa, su esencia, su razón de ser.
- Humildad: Conocer los límites y carencias de cada uno, para complementarlo con otros y para seguir aprendiendo y mejorando.
- Capacidad de comunicar: no sólo lo fácil, sino también y quizás más importante, saber hacerlo con lo difícil. Tener la capacidad de contar historias, y sobre todo que sean interesantes para los que escuchan… Y si encima se hace con sentido del humor, el efecto se multiplica.
- Capacidad de adaptarse: Imprescindible para los entornos cambiantes a los que cada vez más, nos tendremos que acostumbrar.
A lo largo del artículo, va contando un montón de anécdotas que denotan todas esas cualidades…
“Mi sorpresa al escuchar que me llamaba por mi nombre (sabía cómo ganarte para su causa)”
“Michael ejercía de gran jefe, en el mejor sentido. Hacía grupo; su mejor manera, las reuniones, mejor fuera de la redacción.”…”Una de sus virtudes fue saber formar equipo, uno del que nos servimos para aprender, y que se perpetuó más tarde en ‘Informe Robinson’. Antes de arrancar con el nuevo formato, Michael mostraba la seguridad de que sabríamos adaptarnos porque, al fin y al cabo, ya sabíamos contar historias.”
“Michael pedía respeto. Para el espectador. «Pictures, imágenes», se cansaba de repetir. «Estamos invadiendo la casa de la gente a través de una ventana. Démosles calidad”
«Por ahí hay uno con cáncer que no sabe que lo tiene porque nos han intercambiado los papeles de los diagnósticos, yo estoy de cojones». Porque el humor, tan británico como español, ha sido el principal de sus rasgos.”
Ayer, cuando me enteré de la noticia, paré lo que estaba haciendo y le pasé el enlace a algunos amigos que sé que le admiraban tanto como yo… Y a muchos de ellos tampoco les gusta el futbol. Eso es lo que tiene ser un líder, un grande, que cualquiera es capaz de reconocerlo a miles de kilómetros de distancia.
Si todavía no te has leído el artículo, te vuelvo a poner el link para que lo hagas, porque verdaderamente merece la pena.
Y ojalá que muchos aprendan de las lecciones magistrales de “Michael Robinson”, que nos hacen mucha falta líderes de los de verdad… En la política y en los negocios.
¡Descanse en paz!